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  • En un contexto econ mico

    2018-11-01

    En un contexto económico y social desfavorable como el que ha prevalecido en México desde 1980, las personas han buscado diferentes canales para mejorar sus condiciones de vida generales. Algunas de las estrategias adaptativas o incluso de supervivencia son la microempresa por emprendedores, el autoempleo, el crimen y la migración. Para muchos que tienen las posibilidades de emigrar al extranjero, la opción de ir Gefitinib manufacturer países de mayor grado de desarrollo representa una alternativa a las condiciones más severas y las menores oportunidades en su país de origen (Colic-Peisker, 2008; Lozano-Ascencio & Gandini, 2012). Claramente la alternativa de emigrar no está abierta a todos los diferentes grupos de personas en México, particularmente por las restricciones impuestas por los países destino –en este caso principalmente Estados Unidos– y por los costos asociados con el transporte y el establecimiento en el nuevo destino.
    Conclusión Lo que este artículo ha hecho es analizar las condiciones socioeconómicas asociadas al cambio estructural que han prevalecido en México desde la década de 1980 y relacionarlas con la tendencia migratoria. Hay evidencia contundente que durante el siglo xx y antes del cambio estructural comenzado en 1982, la migración mexicana hacia Estados Unidos era, en términos cuantitativos, relativamente menor. Sin embargo, durante las últimas dos décadas del siglo xx y la primer década del siglo xxi, la migración se incrementó vertiginosamente. A pesar de que el proceso de migrar es complejo e involucra un sinnúmero de factores a considerar, es claro que la falta de crecimiento económico y de empleos en México y el consiguiente deterioro de las condiciones materiales de vida han sido un factor influyente en la decisión de muchos mexicanos de migrar. Otro factor fuertemente influyente y que no es objeto de estudio en este artículo es la existencia de oportunidades de empleo en Estados Unidos, ya que, de no existir, probablemente los flujos de migrantes hacia ese país serían menores. Es de esperarse que la migración continúe en el futuro por al menos tres razones de peso. En primer lugar, por las políticas vigentes de continuar con la actual estrategia de desarrollo en México, que profundiza las reformas promovidas desde el cambio estructural de la década de 1980, y que al no atacar los problemas de fondo de la acumulación de capital, no permitirá remontar las bajas tasas de actividad económica y de insuficiente creación de empleos formales. En segundo lugar, porque aún quedan poco más de dos décadas del llamado “bono” demográfico, con el consiguiente incremento en la oferta de trabajo que de no ser absorbida en el país (Ordorica, 2015), seguirá generando fuertes incentivos a implantation la migración. Y finalmente, por la infraestructura social construida por los migrantes anteriores, que abre camino y facilita el flujo migratorio para futuros migrantes, a pesar de las políticas restrictivas a la inmigración que ha promovido el gobierno de Estados Unidos en las últimas décadas.
    Introducción Para analizar las principales limitaciones de la política económica con énfasis en el ámbito social diseñada por la shcp para el sexenio 2013-2018, se procede en seis apartados. En el primero se aborda el tema de la tradición reformista de México en que se inscribe el programa de reformas de dicha Secretaría, cuyos antecedentes datan del malestar frente a la expansión fiscal de los años setenta del siglo pasado. En el segundo se explora el diagnóstico de la shcp con relación al lento crecimiento de la economía, el cual se basa en un pobre desempeño de la Productividad Total de los Factores (ptf), nunca de una mala aplicación del modelo de Promoción de Exportaciones Manufactureras (pem). En el tercero se formula un cuestionamiento a dicho diagnóstico, en virtud de la posibilidad de que la cadena de causalidad ptf-crecimiento económico no corra en el sentido propuesto, además de que existen varios indicadores de productividad y la medición de la ptf se modificó a partir de 2012. En el cuarto se analiza la debilidad central de su política económica y social, que es seguir apostando todo al modelo pem mediante la contención del costo de la mano de obra, lo que ha conducido por años a un mercado interno deprimido. En el quinto se consideran las incongruencias del mercado laboral, incluyendo conceptos que ni siquiera se mencionan en la medición de la tasa de desempleo, además de que se analizan diversos problemas relacionados con las remuneraciones de la mano de obra y lo que esto implica para los futuros niveles de las jubilaciones. En el sexto se pasa revista a la edificación y declinación del concepto de ssu con que se comprometió en un principio el Ejecutivo, para finalmente dejar en manos del Congreso. Al final se cierra con unas conclusiones.